miércoles, 7 de julio de 2010

Nit

Nit es más lista que el hambre que no pasa. La noche de San Juan consiguió abrir la bolsa de los petardos y salir pitando pasillo abajo con la mecha en la boca. Y todo, porque el día anterior mi marido la había sacado de la caja donde venía convenientemente embalada para asegurarme que al niño no le había comprado petardos "trueno".
Como Nit tiene memoria de elefante a pesar de ser un gato, esperó a pillarme desprevenida para realizar tal hazaña, porque Nit no es una gata normal y corriente, nuestra Nit es mucha Nit...
Nit abre puertas, cajones, aparta sillas y cualquier día de estos nos monta un mueble de Ikea si le leemos las instrucciones.
Es majestuosa como una pantera con andares de hipopótamo, pesa alrededor de ocho kilos y cuando llegué con mi hijo a casa recién salida del hospital, casi me da un pasmo porque le triplicaba en peso y le duplicaba en tamaño. Hice lo típico, poner el capazo encima de la mesa y esperar que mis dos mininas vinieran a chafardearlo. Contuve el aliento y perdieron el interés al instante.
Dos años y nueve meses después Nit se ha arrepentido de no merendárselo mientras tuvo la oportunidad, ahora Gabriel le duplica el peso a ella y a la pobre le faltan patas para zafarse de sus torpes abrazos y tirones de pelo.
A veces mira de reojo a Ángela, imagino que debe pensar "el bocao que te daba yo en esa patorra".
En cuanto a Lluna, esa es otra larga historia...

1 comentario:

tari dijo...

como abre cajones??? flipada me has dejado..
y seguro q ahora mira a angela y piensa: " a esta si me la como que luego me tirara de la cola..jaja"